Cuando se analizan las razones por las cuales las personas  sienten miedo, se debe comenzar por diferenciar los tipos de miedo.  El miedo sano como una respuesta natural a un peligro, este  se manifiesta con una emoción desagradable en el cuerpo y la mente, esa sensación que invade cuando eventos no esperados pueden sorprender en perjuicio de tu integridad, el mismo relacionado  con algún evento o circunstancia determinada. También existe un miedo al que llamo precaución y son esos mensajes y enseñanzas de alerta que desde muy pequeños  se nos inculca: antes de cruzar una calle debes mirar a los lados, no se deben colocar los dedos en un toma corriente, cuando la cocina está encendida puede quemar, entre una cantidad de recomendaciones que pueden evitar un gran susto, dolor, incluso un peligro de muerte. Hasta ese momento el miedo cumple su verdadero rol, sin embargo; no es a este miedo sano o el de precaución al cual me refiero.

La versión del miedo al cual hago mención  se enmarca en otro tipo de orígenes, que podrían en ocasiones generar algunos de los mismos signos y síntomas de un miedo sano, pero sus características y fines obviamente no son las mismos, no son respuestas naturales a un peligro físico ni nada que se le parezca, este tipo de miedo al cual llamo dañino pasa a formar parte latente en la vida de muchas personas, actúa como una plaga destructora a medida que crece y se instala en la mente del hombre.

Este tipo de miedo al cual hago alusión es una creación del hombre con la finalidad de someter a los pueblos, y esto lo han alimentado desde líderes religiosos hasta líderes políticos  para perpetuarse en cualquier tipo de poder, colocándole a las sociedades cercos limitantes que permiten el control de la colectividad en las manos de unos pocos.

«Lograr sembrar el miedo en una sociedad es como ganar una guerra sin armas».

Ese miedo ha ido en un proceso de mutación y avanzada, multiplicándose y generando cantidad de tipos de miedos negativos que se trasmiten de generación en generación, llegando a la célula fundamental que es la familia donde son justamente los padres, abuelos o familiares que se encargan inconscientemente de sembrar la semilla del miedo en esa personita que está determinando lo que será su carácter y estructura mental. No tienen ni la menor idea del daño que se le hace a un niño cuando repetidas veces utilizan el miedo como  un tranquilizante. Decirles que el coco vendrá a buscarlos, al igual que otro tipo de manipulaciones como: si te portas mal no te quiero, si no haces tus tareas el niño Jesús no traerá juguetes, y al ir creciendo los miedos en representación  de sanciones  son incluso más fuertes, si no cumples con algún  lineamiento religioso entonces cuando mueras no irás para el cielo, como si se hablara de una venta de butacas para la entrada del estreno de una película en el cine donde solo pueden estar presentes  los que tienen dinero para comprar la entrada.

Posiblemente acá saltarán algunos devotos porque fui capaz de entrar al terreno  de lo sagrado, pero les aclaro; soy fiel creyente, pero el Dios que está en mi corazón es incapaz de cerrar las puertas del cielo y menos cuando las religiones se jactan de decir que somos todos hijos de Dios, a un hijo no se le cierran las puertas de la casa a pesar de la posible inadecuada  conducta que él tenga, y con esto no trato de justificar que se deben aceptar comportamientos inapropiadas que no se enmarquen bajo las leyes sociales, considero; que los valores se siembran con ejemplos, principios, argumentos y no con miedos, en fin eso es parte de otra historia.

Esa sensación de temor constante que desde temprana edad se le comienza a inculcar a los individuos dentro de cualquier sociedad  los transforma en personas llenas de inseguridades y dudas, pasando estos mensajes a formar parte trascendental en el desarrollo del hombre, afectando directamente la manera de pensar y  ver la vida.  Si los padres entendieran que ese miedo dañino que utilizan para canalizar la conducta en la infancia y hasta en la adolescencia de los hijos; alimenta a mediano y largo plazo la formación de ciudadanos inseguros, prejuicios y cuestionadores, jamás permitirían que la doctrina del miedo reinara en los hogares.

El miedo paraliza bloquea la capacidad de ejecución y esto va más allá de un bloqueo físico, es el bloqueo mental, que no permite que el ser humano se desarrolle como individuo haciendo lo que realmente le gusta, aceptándose como es, amándose sin temor a ser rechazado, caminando por el mundo sin ese virus llamado miedo.  Los dos grandes males  de la humanidad son el ego y el miedo, la verdad que en orden de hacer daño los dos se adjudican el primer lugar.

La granja donde ese miedo dañino se cultiva, crece y arraiga es en la mente, de tal forma que cuando se toma consciencia de ello, tenemos la capacidad de sacarlo de raíz de nuestras vidas como a la mala hierba . Pareciera que no es tarea fácil sobre todo cuando ese miedo tiene origen cultural o religioso, pero les informo que así como todos esos miedos dañinos llegaron a lo largo del tiempo a nuestras vidas, contamos con una fuerza interna aún superior con la cual podemos erradicarlos, esa fuerza aflora en el momento que comprendemos y aceptamos  que somos dueños de nuestros pensamientos, que tenemos la llave para decidir que entra o no entra en el marco de nuestras creencias, por ende tenemos derecho al libre albedrío sin necesitar de la aprobación de otros,  y si muchos influyeron para que esos miedos fueran parte de tu vida,  ahora no necesitas a nadie para sacarlos de ese lugar donde permanecieron el tiempo que solo tú permitiste.

Todos llegamos a este plano terrenal de la misma manera, con las mismas infinitas posibilidades, cada quien con diferentes objetivos pero todos con las mismas herramientas para el logro. La primera misión de nuestra vida es ser feliz, y esto se logra;  si haces lo que realmente te gusta hacer, si vives tus sueños y no los de otros. A lo largo de tu vida posiblemente  en varias ocasiones tendrás que dar un receso a tus planes, porque inevitablemente debes desarrollar otros tipos de roles en la sociedad donde nos movemos, sin embargo; esto no significa que tus proyectos y sueños personales se queden sin cumplir, sencillamente que algunos logros ameritan más o menos preparación que otros.

Todo es perfecto hasta que las sociedades y las familias distorsionan los planes maestros que el universo a todos por igual coloca a nuestra disposición, pero esto sucede hasta que comprendes que el poder está dentro de ti, y no en el coco que nos asustaba desde pequeños o desde la fachada de una religión que se empeña en ser castigadora. Lo más importante es aceptar que ciertos miedos han podido limitar decisiones en nuestras vidas, ahora bien; cuando ya se dio este gran paso de entender que los miedos han sido como barreras en nuestro camino, llega una segunda etapa en la cual las personas si no están totalmente claras pueden flaquear y volver a caer, y esto no es más; que justificar  el miedo tras la ignorancia de las sociedades, y  de esa forma continuar  viviéndolo pero de manera consciente.

Te invito a que tengas una conversación con  tu consciencia o yo interno; como prefieras llamarlo, nadie te va a escuchar ni papá Dios va estar metido en lo que piensas para regañarte, es una conversación a solas, y te sorprenderás como el miedo puede  paralizar tu libertad de pensamiento, pero inténtalo una y otra vez hasta que logres ir permitiéndote pensar cada día con más y más libertad sin estar esperando que por algún lugar llega el castigo. Comienza con ese ejercicio; es el primer paso para liberarte de ese mal que te sembraron, tu no lo traías contigo cuando naciste, en el momento que superes esta primera etapa que no es más que permitirte pensar sin censura de todo lo que has dejado de hacer por la estigma social que si lo haces no serás buenos ante los ojos de Dios o del hombre, entonces habrás dado un gran paso, y te felicito; porque desde ahí es todo más fácil, tendrás la capacidad de entender y aceptar en tu vida el concepto real del libre albedrío.

Continúa haciendo cosas pequeñas como por ejemplo si te gusta bailar, inscribirte en una escuela de danza sin importarte en lo más mínimo que la sociedad diga que a los 60 años ya eso es hacer el ridículo, eso lo dice el hombre un ser igual que tú, que por lo tanto su palabra no tiene un valor superior a la tuya.

Has una lista de la cosas que has dejado de hacer con la excusa de no tener tiempo o dinero, te darás cuenta que el tiempo ha existido y el dinero también, posiblemente no en las cantidades que tu deseas pero si lo suficiente para al menos darte el gusto, y descubrieras que es el miedo el que aparece como primer invitado cuando analizas los motivos por los cuales has dejado de hacer tantas cosas.

Destierra el miedo de tu vida, sustituyelo por amor, valentía, audacia, osadía, temple, empuje como mejor te guste llamarlo, cualquiera sea el nombre solo atrévete a pensar diferente, a desterrar paradigmas que solo han paralizado tu crecimiento, tu tienes derecho a obtener todo lo que sueñas y el primer paso es excluir de tu vida el miedo que hasta hoy te acompaño.

La vida  es una escuela universal de aprendizaje y cambios constantes.

Hasta pronto y un súper abrazo.

Harriett.

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